La virginidad por el Reino-numeral XX:
- maro291998
- 13 mar 2017
- 4 Min. de lectura
Algunas ideas principales del texto son:
-La maternidad está unida a la virginidad.
-Esta tradición ciertamente enlazaba de alguna manera con la esperanza de Israel, y especialmente de la mujer de Israel, por la venida del Mesías, que debía ser de la «estirpe de la mujer». En efecto, el ideal del celibato y de la virginidad como expresión de una mayor cercanía a Dios no era totalmente ajeno en ciertos ambientes judíos, sobre todo en los tiempos que precedieron inmediatamente a la venida de Jesús. Sin embargo, el celibato por el Reino, o sea, la virginidad, es una novedad innegable vinculada a la Encarnación de Dios..
-Ella estaba firme en su propósito de virginidad, y la maternidad que se realizó en ella provenía exclusivamente del «poder del Altísimo», era fruto de la venida del Espíritu Santo sobre ella (cf. Lc 1, 35).
-Esta maternidad divina, por tanto, es la respuesta totalmente imprevisible a la esperanza humana de la mujer en Israel: esta maternidad llega a María como un don de Dios mismo. Este don se ha convertido en el principio y el prototipo de una nueva esperanza para todos los hombres según la Alianza eterna, según la nueva y definitiva promesa de Dios: signo de la esperanza escatológica.
- El Evangelio propone el ideal de la consagración de la persona, es decir, su dedicación exclusiva a Dios en virtud de los consejos evangélicos, en particular los de castidad, pobreza y obediencia, cuya encarnación más perfecta es Jesucristo mismo. Quien desee seguirlo de modo radical opta por una vida según estos consejos, que se distinguen de los mandamientos e indican al cristiano el camino de la radicalidad evangélica. Ya desde los comienzos del cristianismo hombres y mujeres se han orientado por este camino, pues el ideal evangélico se dirige al ser humano sin ninguna diferencia en razón del sexo.
-La virginidad también es como un camino para la mujer; esta realiza su personalidad de mujer.
-Es un «don sincero» a Dios, que se ha revelado en Cristo; un don a Cristo, Redentor del hombre y Esposo de las almas.
- La mujer, llamada desde el «principio» a ser amada y a amar, en la vocación a la virginidad encuentra sobre todo a Cristo, como el Redentor que «amó hasta el extremo» por medio del don total de sí mismo y ella responde a este don con el «don sincero» de toda su vida. Se da al Esposo divino y esta entrega personal tiende a una unión de carácter propiamente espiritual: mediante la acción del Espíritu Santo se convierte en «un solo espíritu» con Cristo-Esposo.
-Se debe dejarlo todo y seguir a Cristo,entregarse por amor de un modo total e indiviso.



Como reflexión se puede decir que debemos ser muy conscientes que el proceso de la maternidad unido fijamente con la de virginidad es de suma importancia en nuestra historia , hace parte de nuestra esencia, de donde venimos , de nuestro legado, entre muchas cosas pero todas estas están de alguna manera conectadas con todos nosotros y aunque sea un mínimo cambio nos afecta,siendo conscientes que este proceso no es solo físico sino que también es espiritual, por lo tanto debemos darle prioridad, importancia, respeto, atención,entre otros,especialmente las mujeres debemos ser muy respetuosas en este aspecto, ya que somos una pieza muy especial, debemos estar conscientes de los cambios, consecuencias que traiga este, aceptándolo y manejándolo de la mejor manera siendo participes de un gran don pero a la ves de una gran responsabilidad y misión que Dios nos encomienda y debemos cumplir con esta de la mejor manera,siendo nuestra mejor opción, en forma de gratitud, de amor por nuestro padre, este proceso en las mujeres abarca todo nuestro ser y debemos tener l mejor actitud , pensamiento,ideas acerca de este,siendo la presencia de Dios marcada en el diario vivir,este proceso es una gran huella nuestras vidas ya que entonces tomamos decisiones sumamente importantes ya que se trata de nuestra conexión con Dios,es un encuentro con nosotras mismas, momentos de reflexión y de acción frente a la modificación de situaciones de las cuales somos conscientes deben modificar para un bien.Nosotras las mueres tenemos un grandes vínculos como con Dios, Jesús y también en este proceso entro el Espíritu Santo , el cual también abita entre nosotros pero nosotros no le damos importancia a este, y deberíamos ya que nosotros somos lo que somos hoy en día por el,debemos también confiar en el ya que este también hace parte como nosotros del mismo creador.Debemos tener una conexión con Dios exclusiva,inquebrantable,pura,exclusiva a el,fuerte,unirnos con el de tal manera que nos podamos hacer uno,no debemos tener apego a nadie y nada de neutro entorno ya que esto no reflejarla todo lo que Dios nos ha querido enseñar, debemos estar en el camino contrario, el positivo estando al lado de Dios incondicionalmente, dejando todo a un lado, fortaleciendo cada vez mas esta conexión con Dios y todo para mejorar en todos los aspectos fundamentalmente es nuestraparte espiritual.






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